El consumo interno de yerba mate experimentó una caída del 8,8% en los primeros nueve meses del año, alcanzando el nivel más bajo en los últimos nueve años. Esta situación es reflejo de la sensible caída del poder adquisitivo.
Según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el consumo de yerba mate pasó de 212 mil toneladas entre enero y septiembre de 2023 a 193,4 mil toneladas en el mismo período de este año, marcando un descenso significativo.
Por otro lado, las exportaciones de yerba mate también disminuyeron un 16,4% en comparación con el promedio de 2020-2023 y decrecieron un 16,4% interanual. El Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM) señaló que los mercados de la Unión Europea y algunos países de Asia, que habían incrementado sus compras en años recientes, muestran una merma en las importaciones.
Esta combinación de reducción en el consumo interno y en las exportaciones, junto con un aumento en la cosecha de los últimos cuatro años, ha resultado en un importante aumento de stocks en los secaderos.
Además, CEPA destacó que empeora la relación precio al productor/precio de góndola. Actualmente, los productores captan solo el 5,7% del precio de venta en góndola, un porcentaje menor al observado en septiembre de 2023 y al promedio de 2020-2023.
La situación se agrava con el incremento de las importaciones de yerba mate. De acuerdo con el INDEC, las importaciones de yerba mate canchada y yerba mate excluida simplemente canchada, provenientes de Paraguay y Brasil, alcanzaron 8,93 millones de kg en los primeros nueve meses del año, un aumento del 149% respecto al mismo periodo de 2023.
CEPA señaló que la materia prima ingresa al país a un costo promedio de 1,2 dólares por kilo, lo que permite a los industriales pagar menos por la yerba canchada o la hoja verde y extender los plazos de pago, generando un impacto económico negativo considerable para los productores locales.